
¿Cuántas veces ha viajado a Laguna Victoria?; ¿conoce bahía Brown?; ¿ha visto las aves que revolotean en Puerto Almanza?; ¿pudo apreciar el Canal Beagle desde la desembocadura del río Almanza?; ¿conoce el árbol bandera más famoso en el mundo?; ¿sabe dónde está la Casa de los Huesos?; ¿entiende por qué el río Moat se llama así?. Esta nota incluye un video con la entrevista.
Son muchas preguntas ¿verdad? La
respuesta más breve y concisa es mencionarle la Ruta J. O la ruta Cero, como la
llamaban hace muchos años. Para llegar tan lejos, hay que recurrir a quienes
tienen registros sobre aquellos años, ya que en los libros, bien poco y nada ha
quedado. Es que esta hermosa ruta fueguina, cumplió medio siglo uniendo la
parte sur de la isla.
Gracias a las gestiones del exgobernador Ernesto Campos logró ser trazada como camino, pero desde antes existía como picada llegando hasta el pequeño pueblo de Puerto Almanza.
Iniciamos el recorrido, por la
historia. Y para ello nos valemos del libro “Don Luciano Preto – El fuego de la
tierra” de la editorial Zagier & Urruty Publications del año 2000.
En la página 78 del libro escrito
por Armando D’Ambra dice que “en el 59 (don Luciano Preto y Martino Brandani) obtuvieron
la explotación de la zona de Rancho Hambre. Construyeron caminos y levantaron
su planta de aserrado con modernas máquinas importadas de Alemania por otro
pionero fueguino, don Esteban Antonijevich, a la sazón socio (por breve lapso)
y financista del emprendimiento”
Para conocer más sobre el
particular, entrevistamos a Ruggero Preto (*), ushuaiense de amplio renombre,
quien nos brindó una entrevista sobre el nacimiento de una picada desde la
intersección de la ruta Nacional N° 3, hasta laguna Victoria.
“Ni bien cruzás el arroyo Colorado,
hay una casilla de ladrillos pintada de blanca. Esa casilla era la usina donde
nosotros teníamos el grupo electrógeno. Se construyó en el año 58 o 59. Ahora
¿cómo llegamos nosotros ahí?”, se pregunta Ruggero en los primeros minutos de
nuestra charla.
“En esa zona había una picada por la
que se transitaba a caballo o con bueyes, que iba desde Rancho Hambre hasta
Almanza. Era una de las posibilidades de llegar a Puerto Almanza o Harberton.
De a pie o a caballo”, recuerda.
Preto afirma que “después de laguna
Victoria y antes de la bajada para llegar a Almanza, había un aserradero”, no
recuerda el nombre del establecimiento pero si, que funcionó y se pueden
apreciar desechos madereros en el lugar. Los detalles que nos brinda son
absolutamente minuciosos. “El aserradero creo que funcionó hasta la década del
40”.
Entiende que esa picada se había
convertido, con el uso y el tránsito, en una traza “pero que no tenía los visos
de ser un camino”. Recuerda el aserradero “alquilado a Nicolas Pavlov” en la
zona de 12 de Octubre y Karukinka, en Ushuaia, “en esa época los bosques eran
controlados por el Instituto Forestal Nacional (IFONA), a mi padre le dan una
concesión para explotar rollizos y leña en la zona de Rancho Hambre” y dice que
es entre esa bifurcación y laguna Victoria, donde lo asientan. “Nace la
necesidad de generar, por lo menos, los medios primarios como para poder ir a
aserrar, voltear los rollizos y poder extraerlos”. Entiende que la conveniencia,
era trasladar el aserradero al lugar.
No tenía mucho sentido trasladar del
lugar a Ushuaia el 100% de lo talado, máxime cuando solo el “30 o 40% era
industrializable. Era más redituable tener la planta de aserrado en aquel
lugar”. Don Luciano Preto inicia la actividad con una sociedad con don Esteban Antonijevich,
“un hombre muy emprendedor, representante de Mercedes Benz, importador de
maquinarias y vehículos. Muy comerciante. Con mi padre hacen la sociedad para
traer las máquinas, poner el aserradero y trabajar la madera en ese lugar”.
Preto dice que la primera medida que
tomó la nueva sociedad, es la de comprar una máquina topadora. “Actualmente
está en la estancia Viamonte, mi familia se la vendió a los Goodall y ellos
durante muchos años la utilizaron para trabajos menores. Es una máquina que
llegó acá en el 58, hace más de 50 años. Me acuerdo que era de origen inglés,
Fordson Major (**). De color azul y no tenía cabina, se trabajaba al aire
libre”.
“Desde Rancho Hambre, por la picada
que iba hasta laguna Victoria, hizo los primeros kilómetros que son alrededor
de cuatro” dice, y también agrega que fue esta sociedad, la que construyó los
puentes sobre el río Lasifashaj y el arroyo Colorado. “Con troncos, después se
cambió por tipo Bayley y los actuales de cemento, tres etapas de puentes, ahí”.
La construcción de la primera traza,
hecha por Preto y su socio, era lo suficientemente ancha como para que “pueda circular un camión y con las
características de una picada en el medio del monte”. Ruggero Preto, nos
recuerda que nos trasladamos en el tiempo hacia 1958 o 1959, “cuando mi padre
hace los primeros cuatro kilómetros para llegar a la base” de su aserradero.
El establecimiento funcionó
aproximadamente diez años, hasta 1968. “Después se acabó la explotación en esa
zona y el IFONA le dio a mi padre una concesión en la zona de laguna Verde”,
cierra. Don Luciano Preto “fue una de las primeras personas, que con la
topadora, abrió una picada para que pudieran transitar vehículos”, en la que
hoy conocemos como Ruta J y que pronto cumplirá medio siglo de vida
“Después sobre la traza del camino
que hizo originalmente mi padre, se amplió y se hizo lo que luego fue la Ruta J
y antes era la ruta Cero”, cierra.
La importancia de este trazado,
desde el punto de vista comercial, turístico y geopolítico es ineludible, según
Preto y se remontó a finales de la década del 70 y el centro de vigilancia
militar apostado allí, en ocasión del conflicto por los límites con la
Republica de Chile.
Sobre la intención de unir Playa
Larga con Almanza por un camino costero dice: “Yo creo que un camino costero no
estaría mal, desde el punto de vista turístico porque encierra todo un
potencial económico para nuestra Provincia”. Entiende que el enfoque que se le
tiene que aplicar “al centro y sur de la Tierra del Fuego, debe ser
eminentemente turístico y todo aquello que tenga que ver con cualquier otra
actividad, tienen que estar subordinada a la preservación del medio ambiente”,
finalizó.
(*) Empresario y
exsenador por Tierra del Fuego.
(**) Nos trasladamos, luego de esta
entrevista, a Río Grande y pudimos dialogar con don Adrián Goodall. El dueño de
la estancia Viamonte nos confirmó que la vieja topadora de la Ruta 0, aunque
sigue prestando servicios, aunque menores.
