Investigadores del Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC-Conicet) recorrían un área hasta entonces inexplorada de la colonia de pingüinos en Isla de los Estados, al este de Tierra del Fuego, una zona catalogada como la más peligrosa para navegar.
De repente, un sonido
conocido pero inesperado los sorprendió. Entre pastizales de tussock*, un
pingüino de Magallanes dentro de las cuevas donde anidan. Y no fue el único. A
lo largo del recorrido, localizaron nuevas cuevas y nidos de la especie. En
este tipo de paisajes, las cuevas pueden alcanzar más de un metro de profundidad
y pueden ser difíciles de encontrar entre la vegetación.
"Dos años atrás
colocamos cámaras en la colonia, pero no habíamos accedido a la parte más
extensa. Para llegar a esa colonia hay que caminar 18 horas por una zona
bastante difícil y hace al menos 100 años no se la recorre desde tierra",
detalló Andrea Raya Rey,
investigadora del CADIC - Conicet, asociada a WCS
Argentina, que participó del hallazgo.
Aunque aún se desconoce
el número exacto de pingüinos de la nueva colonia, se definió su perímetro, se
realizó un censo para estimar el tamaño de la población y se tomaron algunas
muestras de sangre de individuos para determinar su salud y dieta.
El descubrimiento se
suma a la lista de más de 60 colonias conocidas de pingüinos de Magallanes en
Argentina, que representan alrededor de un millón de parejas. La más grande se
encuentra en la Reserva
Provincial de Punta Tombo (Chubut).
Según la lista roja de
IUCN, la especie se encuentra en amenaza de extinción debido a
factores
relacionados con la contaminación por petróleo, la sobrepesca de especies de
las cuales se alimentan, la recolección de huevos y el impacto sobre colonias
por el turismo no regulado.
Tal como detallan los
investigadores, el pingüino de Magallanes se caracteriza por estar en zonas de
playas de rocas mucho más tranquilas que las playas de Isla de los Estados.
Además, la colonia se encontraba a 197 metros sobre el nivel del mar, cuando
normalmente se encuentran en regiones que están a 85 metros sobre el nivel del
mar.
"Esto llama la
atención porque puede ser producto del cambio climático que genera cambios en
las presas, entonces los pingüinos se mudan a otras localidades para
encontrarlas", explica Raya Rey.
Además, advierte que
esto puede ser favorable para el pingüino de Magallanes, "pero le está
quitando nicho al pingüino penacho amarillo, uno de los pingüinos más
susceptibles al cambio climático".
Las principales amenazas
para la especie son el cambio climático, la mortalidad por enmalles en artes de
pesca, la sobrepesca de especies de las cuales se alimentan, la contaminación
por petróleo, la recolección de huevos y el impacto sobre colonias por el
turismo no regulado. Su actual estado de conservación figura bajo
"preocupación menor" en la Lista
Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
WCS Argentina apoya la
investigación y el monitoreo para la conservación del pingüino de Magallanes.
Trabaja con agencias gubernamentales provinciales y nacionales para la creación
de Áreas Marinas y Costeras Protegidas, y promueve prácticas de manejo
integrado para mejorar la protección de las colonias en tierras privadas. Desde
hace más de 30 años colabora en el monitoreo de la población reproductiva más
grande de Argentina, y estudia los requerimientos alimentarios y el uso
espacial del hábitat marino en toda la Patagonia para contribuir a la
planificación del espacio marino.
El descubrimiento de la
nueva colonia es el resultado del trabajo conjunto entre WCS
Argentina con el CADIC-CONICET, y del apoyo de la Administración de Parques Nacionales de Argentina.
Fuentes: La
Nación y WCS
Argentina
Fotografías: Andrea Raya Rey y Ulises Balza