martes, 12 de abril de 2011

¿Cómo está el bosque en Tierra del Fuego?

Durante una entrevista concedida en instalaciones del Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC), el doctor Guillermo Martínez Pastur se refirió al Año Internacional de los Bosques, declarado así por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). También describió la situación del bosque fueguino y concluyó respecto de las usurpaciones en la capital fueguina y Tolhuin. Una charla a fondo para conocer como está Tierra del Fuego, respecto al resto de Argentina y el mundo.



El Año Internacional de los Bosques “es una iniciativa que surge a partir de instituciones internacionales para fomentar el conocimiento, tanto del uso como de la conservación de los bosques” explicó el científico y aseguró que se trata de “figuras que se van creando año tras año” dijo.

Sobre el particular sostuvo que no se generan actividades especiales, “se llama a conciencia respecto de los bosques en general” tratándose de bosques naturales. “Surgen a partir de instituciones como la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y son tomadas por otras como la IUFRO y a nivel local las dependencias de bosques nativos”

“Se ha llamado a la conciencia de un uso sustentable y sostenible de la conservación de los bosques y dejarlos para generaciones venideras” graficó en instalaciones del CADIC en Ushuaia.

MomentosTDF: ¿Cuál es la realidad del bosque en el mundo?
Guillermo Martínez Pastur: Es sumamente disímil. Yo he viajado mucho, en los últimos tiempos, y cuesta meternos en una realidad única o en nuestra realidad argentina y latinoamericana con respecto al mundo. ¿Dónde están los bosques peores conservados? Están, justamente, en los países mayor industrializados de Europa, el este de los Estados Unidos relacionado con la historia que poseen de uso del bosque y civilización.
¿Dónde están los bosques mejor conservados? En los lugares del mundo donde la civilización está avanzando. Nosotros nos encontramos entre los bosques templados fríos mejor conservados del mundo. Porque tenemos una baja tasa de habitantes y estamos recién colonizando el bosque. Los otros están en Rusia y Canadá.

En todo el mundo hay un retroceso del bosque nativo aunque hay una mayor concientización respecto de los bosques remanentes. Pero bosques, como los que tenemos en nuestra provincia, podría decir que son muy pocos los que hay en el mundo.

MTDF: ¿Qué significa sustentabilidad de los bosques?
GMP: Cuando hablamos de sustentabilidad o sostenibilidad, una mejor palabra, lo que buscamos es que lo que hoy tenemos sea sostenible en el tiempo. Que no lo usemos y lo destruyamos. Yo puedo usar el bosque, sacar madera, productos secundarios, para recreación o turismo; pero en el tiempo tiene que mantener sus características.
Por ejemplo, si cortamos un bosque tenemos que asegurarnos que regenere, vuelva a salir y esté disponible para las generaciones venideras.
En todo el mundo, de un tiempo a esta parte, hay un montón de conceptos en ese sentido. Yo tengo que mantener todas las especies que están dentro del bosque. Desde los hongos, bacterias, insectos, aves, mamíferos y las plantas, por supuesto. Ninguna especie tiene que desaparecer. Eso es sostenibilidad.

MTDF: ¿Qué sucede con Tierra del Fuego y sus bosques?
GMP: Estamos en una etapa de conquista. Recién están abriendo caminos, todavía estamos aprovechando bosques que nunca habían sido aprovechados por el hombre. En realidad son bosques prístinos. Es un equivalente a Estados Unidos en el 1800. Es como que estamos recién entrando en una etapa de colonización y apertura.
Estamos a tiempo de aplicar técnicas modernas para conservar bien ese bosque.  Tenemos la opción de haber visto los errores que se cometieron en otros lugares y no cometerlos. La desventaja es que estamos en esa colonización, la gente no llega a valorar totalmente lo que tenemos.
Por otro lado, tenemos la ventaja de hacer las cosas bien desde un principio y no tener que remediar las cosas.
Hay que encontrar un equilibrio y en ese equilibrio está el desafío que hoy nos encontramos.
 
MTDF: ¿Podría referirse a las tareas que hacen desde el CADIC Forestal?
GMP: Nosotros trabajos hace casi 20 años y primero caracterizamos nuestros ecosistemas fueguinos. Prácticamente no había gran cantidad de información, salvo las descripciones clásicas que habían hecho los naturalistas y lo que hemos hecho nosotros es hacer una línea base, saber cómo son nuestros ecosistemas fueguinos antes de cualquier manejo. A partir de ahí, hemos estudiado todos los impactos que producen las distintas actividades tanto en bosques de lengas –los manejos de cortas con destino al aserrado- y de ñires –para manejo silvopastoriles donde se mezclan animales autóctonos con ecosistemas- y a partir de ahí tratar de desarrollar nuevas alternativas de manejo que mejoren la conservación de la biodiversidad.

MTDF: ¿Cuál es la realidad del bosque fueguino?
GMP: En el orden macro, no estamos haciendo las cosas mal. Si estamos aplicando técnicas silvícolas que son consideradas, sumamente ecológicas. Nosotros no destruimos el bosque. Ecológicamente, el bosque tiene una capacidad de resiliencia que se puede recuperar.

Hay un montón de cosa que tenemos que mejorar, por ejemplo cuando cortamos el bosque no nos llevamos todos los productos que podemos usar. Queda mucho tirado, nuestras industrias no son eficientes, la transformación de una troza a una madera aserrada no es totalmente eficiente. Esa madera aserrada tampoco la estamos industrializando al 100%. La exportamos y no hacemos la industria secundaria, la necesidad de desarrollar muebles. Hay mucho para mejorar.

El científico también se refirió a la legislación en materia de bosques, la que calificó como “excelente” y lamentó que Tierra del Fuego no “ha llegado a integrarse dentro de la reglamentación de esa ley para obtener los beneficios” que aporta la ley  de  presupuestos  mínimos  de  protección ambiental de los bosques nativos (Ley Nº 26.331)

Párrafo aparte, consultamos a Martínez Pastur sobre el avance de las ciudades de Ushuaia y Tolhuin sobre los bosques fueguinos.

“Tenemos que ponernos en términos históricos, la ciudad está creciendo y necesita tener un espacio. Este retroceso del bosque frente a la ciudad, dentro de los que es el ejido urbano, es algo que se encuadra dentro del crecimiento lógico de todo centro urbano.

Por un lado está bien, es natural que suceda. La crítica sería que debería ser ordenado. Todo lo que es Ushuaia era bosque, y el avance nunca ha considerado la conservación de ciertos espacios. Salvo turbales no se han conservado sectores de bosques.

La crítica debe ser desde la planificación, no del retroceso porque son áreas de sacrificio.  Hacer una ruta es un retroceso. Esa es una crítica con respecto del ejido urbano, tiene que retroceder. Habría que hacerlo de modo planificado y no como ha ocurrido históricamente en Tierra del Fuego.

Tolhuin ha sido más planificado que Ushuaia. Era abierto. Tal vez se ha dado  demasiado para los requerimientos que la ciudad tenía pero si son más organizados que en Ushuaia.
 
Un problema que ha pasado desapercibido en los medios, son las grandes intrusiones que tenemos sobre la Ruta J. enormes cantidades de bosque han sido destruidos por un mal uso y asentamientos totalmente irregulares donde el gobierno ha hecho esfuerzos para revertirlos, pero no ha tenido la fuerza para llevarlo a un final feliz.

Para alguien que ha estado recorriendo esos lugares, en los últimos 20 años, ver la evolución de la degradación del bosque por culpa de estas intrusiones, es terrible. Pero es parte del crecimiento lógico de toda provincia.

MTDF: ¿Tiene alguna conclusión sobre el comportamiento del fueguino con el bosque?
GMP: Yo creo que el fueguino, probablemente tenga una relación con el bosque mucho más cercana que la que tenemos los que somos ajenos. Muchos tenemos una perspectiva distinta.
El campo y la vaca, lo tenemos asimilado. Forma parte del paisaje. Si uno pone una estancia y una vaca uno no lo ve mal. La vaca destruye el bosque también.
Con la ampliación de la frontera agropecuaria, hasta la década del 70 pagaban para sacar el bosque. Hablo del Chaco, de Salta. Ese quitar el bosque para avanzar, siempre está bien visto. Es intocable mientras no me molesta.
En la década de los 90 se vivió un ‘desgarrarse las vestiduras’ por la protección de todo, pero al momento de construir un barrio, sí. Saco todos los árboles. Fue una discusión que pasaba más por la retórica que la práctica.

Ahí es donde los forestales intervenimos porque somos quienes trabajamos en el bosque y estamos todo el tiempo bregando por mejores prácticas forestales, por la conservación. Esa lucha no tiene modas para los forestales.

En Tierra del Fuego se hacen estudios antes de cortar el bosque desde la década del 40 o 50. Se han estudiado los bosques desde siempre. Hay un manejo bastante responsable comparado con otros lugares del país. Dista mucho de ser lo perfecto pero también dista de lo peor que se hace.

MTDF: Una conclusión sobre el Año Internacional de los Bosques
GMP: Lo que se espera es que se genere un ámbito de reflexión importante y que, de alguna manera, se unan a distintos estamentos. Ojalá, este año sirva para que distintos sectores -científicos, técnicos y privados- tome una reflexión sobre qué queremos hacer con el bosque. Y ese qué queremos hacer implica desarrollar prácticas y acciones que no se queden en papeles o en una mera expresión de deseo. Es mi profundo deseo, que todo lo que hemos discutido y desarrollado estos años, lo pongamos en práctica.