sábado, 11 de octubre de 2008

San Ricardo, un paseo atípico

El sábado pasado, la curiosidad –podría decir- me mató. Es que, viendo el mapa de Tierra del Fuego, me atrapó la duda de cómo sería la zona de las lagunas San Ricardo y Santa Laura. Consulté a un compañero de trabajo el que me aseguró que al lugar, visitado por muchos pescadores, se accede ‘en una hora más o menos’


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Estos ojos de agua, se encuentran ubicados ‘frente’ a la cabecera del Lago Escondido, detrás de Vialidad y Defensa Civil y están dispuestas en el mismo sentido que el Escondido.
Por eso, luego de consultar en Defensa Civil de Ushuaia y Tolhuin –donde me aseguraron que en 45 minutos llegaba-, me dirigí hasta la zona. Debo confesar, que el clima esa mañana no acompañaba. Nevaba, el viento se hacía notar y las nubes anunciaban una jornada gris. A pesar de lo dicho, seguí con la empresa. Conocer esas dos lagunas.
Luego de traspasar la tranquera, se encuentra al finalizar la vivienda familiar que está frente al aserradero, ingresé a una ruta. Se bordea una pequeña cantera, muchos desechos industriales pude apreciar.
De inmediato, ingresé por una ruta de ripio asentado, a un bosque puro de lenga hasta toparme con otra tranquera. Esta vez mi suerte me jugó una mala pasada, estaba con candado y no me atreví a vadear con Blue el río que cruza. Se trata del río Milna.
Tomé la mochila, agua, cámara y empecé a caminar. Esta ruta, sigue, por unos cuantos kilómetros, el curso del río.
Allí pude apreciar y escuchar la gran diversidad de vida que anida en la zona, a pesar de tratarse de un bosque viejo, abierto y afectado por el liquen ‘barba de viejo o palo’ (Usnea spp).
Todo, junto al granizo –que también se hizo presente- le daba un aire extraño a ese paseo. Reconozco que esta salida, no se acomoda entre mis preferidas.
Después de caminar un buen rato, sentí que estaba yendo en sentido Este, cuando en realidad debía ir hacia el Sur. Resolví volver. El humor me había cambiado.





Buscando una pequeña luz




Al llegar a la segunda tranquera, me sorprendí al encontrarme con un camión y una veintena de soldados. Habían vadeado el río y dos, miraban un mapa.
Al acercarme los saludé y enseguida me preguntaron si sabía en qué dirección se encontraban las dos lagunas. Les conté que también estaba buscándolas y que había caminado poco más de media hora sin resultados.
El jefe del batallón, dio la orden y se aproximó un soldado con un equipo de GPS portátil. Al ver la pequeña pantalla, se dibujaban claramente el lago Escondido, la Ruta Nacional Nº 3 y la San Ricardo. ¡Una maravilla el aparatito!
El uniformado le contó a su superior, que desde donde nos encontrábamos a la laguna faltaban ¡5 kilómetros!
¡Iba a caminar bastante! me dijo, con un tono risueño.
Ahí me contaron que pertenecen al Batallón de Infantería de Marina Nº 5 Escuela –BIM- de Río Grande y se encontraban en la zona sur de la isla, participando junto a otras fuerzas del ejercicio Yamana IV (*). Fueron convocados por la Dirección de Defensa Civil a incorporarse a los distintos grupos, que en toda Tierra del Fuego, buscan a la pequeña Sofía Herrera.
El oficial a cargo del operativo, me invitó a sumarme al contingente y acompañarlos hasta la laguna. Obviamente accedí, subí a la parte trasera del vehículo y luego de casi 40 minutos llegamos al área de las lagunas. Los casi 20 infantes se dividieron en dos grupos, uno a Santa Laura y el otro –con quiénes estaba yo- nos dirigimos a San Ricardo.
Los militares habían iniciado la recorrida 3 días antes. En Altos del Valle comenzaron el rastrillaje para cruzar la Cordillera de los Andes arribar a Bah{ia Torito (Lago Fagnano)

San Ricardo

Al llegar, sobre la costa se ven dos construcciones de madera. Aparentemente forman parte de un lodge de pesca a futuro. La construcción esta activa.
Ambas lagunas se encuentran en la zona de la cuenca de montaña. La playa es de canto rodado.
Sobre estas formaciones, un trabajo de la Subsecretaría de Recursos Naturales y Ambiente Humano informa que “la mayoría de los lagos y lagunas de Tierra del Fuego tienen su génesis vinculada a la glaciación, especialmente en la zona de montaña, donde son más profundos. Existen batimetrías (**) de los lagos Escondido, San Ricardo y Santa Laura, los que alcanzan profundidades máximas de 67 m, 24 m y 12 m respectivamente”

No pude llegar a la zona de Santa Laura, pero debo confesar que el territorio no me impactó tanto como otros lugares cercanos (Escondido, Margarita o Bombilla).
Cuando emprendí el regreso a Ushuaia, en el Paso Garibaldi me sorprendió una breve pero intensa nevada, que le puso un ‘broche’ particular a esa tarde.
Quizás el clima jugó un papel importante en restarle atractivo a mi primera visita a esta parte de la Isla Grande de Tierra del Fuego, aunque también sé, que no será la única vez que estaré ahí.

(*) http://www.eldiariodelfindelmundo.com/ver.php?modulo=ver_noticia&id=18371
(**) Batimetría es el equivalente submarino de la altimetría