El Día Internacional de la Fotografía es una excelente oportunidad, para mantener una distendida charla con Eduardo Pocai, referente ineludible del rubro en Ushuaia, y descubrir la pasión que moviliza a este hombre, y a muchos otros en el mundo entero, ‘a decir con las fotografías’
Pocai vive en Tierra del Fuego desde 1976 y llegó directamente a Ushuaia mediante “vía marítima, me trajo el petrolero Florentino Ameghino, obviamente gratis, fue un viaje de favor, no tenía como pagarme el pasaje aéreo” dice en su autobiografía publicada en su sitio web www.eduardopocai.comAmante de la foto paisajística, dice que evita juzgar otras fotografías de colegas y que no participa de concursos hace 20 años. Espera poder montar una exposición en octubre próximo y que le apasiona explicar las imágenes que toma. Habla también del medio ambiente y del deterioro de lo natural en la ciudad más austral del Mundo.
Cómo, cuándo… Por qué
“Desde muy pequeño que la fotografía me transportó, me hizo sentir sensaciones muy especiales” inicia. Recuerda que su primera foto la tomó a los seis años.
“Sin saber lo que hacía, mi padre puso en mis manos una vieja Voigtlander Vito C, tomé una fotografía que al tiempo vi revelada en blanco y negro. Cuando la vi, no podía creer lo que yo había tomado” recuerda y no duda en que “eso me marcó para que después comenzara a investigar lo que era la fotografía” A los 15 años tuvo su primera incursión como fotógrafo en un casamiento.
“La fotografía, es más allá de mi medio de vida, es una forma de expresión que me permite demostrar mis sentimientos y poder capturar la belleza de la naturaleza” sentencia, además de reconocerse “fundamentalmente paisajista. Saber mirar, a través de una cámara o mirar con ojos de fotógrafo, para mi es algo muy importante”
Viendo su extenso trabajo, se aprecian paisajes comunes y diarios –si se quiere- pero capturados de un modo que intensifican tonalidades, temperaturas y momentos. Sensaciones.
“Yo considero que todos los días, el paisaje es absolutamente distinto” reflexiona. “Nunca vamos a tener un paisaje, un amanecer, un anochecer iguales” dice y agrega que la profesión le ha permitido “investigar lo que es el mundo, la vida, las personas y poder manifestarse a través de ella”
En sus tres sitios web, Pocai exhibe la majestuosidad fueguina captada a través de su cámara. “Habrán unas 800 fotos en cada galería” aunque reconoce -sin disimulo- que “obviamente es una partecita muy pequeña de la cantidad de fotos que tengo tomadas” un dato que, viendo su portfolio, entendemos es así.
Momentos en el Fin del Mundo: ¿Cómo se prepara para tomar una fotografía? ¿Cómo decide el lugar?
Eduardo Pocai: “Hoy tenemos un día muy diáfano y sin embargo estoy en casa sin tomar ninguna foto, pero la fotografía puede realizarse en un día diáfano, en un día gris… Eso es indistinto. Fundamentalmente depende de cómo me sienta yo. Como esté yo en mi interior.
MEFM: ¿Participa de concursos?
EP: Yo particularmente no. Cuando era más joven. Calculo que hace más de veinte años que no participo en uno y no me interesan. NO es una cosa que considere muy válida, fundamentalmente por haber sido muchas veces jurado; dónde me he encontrado con colegas, en el momento de juzgar una imagen, no coincidir y ver que otros tienen conceptos totalmente distintos a los míos. Con lo cual no me ha interesado realmente participar de concursos y que personas que no tienen la misma visión lo juzgue a uno, ¿no?
“Para mí, la mejor forma de sentirme juzgado es a través de los comentarios que la gente deja en mis tres webs y, realmente, es el premio más grande” dice al tiempo que le son similares los comentarios de amigos o de “gente que simplemente entró a mi web por segundos o terceros” y reconoce que eso “me incita a seguir adelante con este mundo maravilloso que es la fotografía”
Actualidad: Digital y Photoshop
También entiende que se mantiene “actualizado” y que se perfecciona continuamente en la técnica “en función de lo que hoy es este nuevo mundo de la fotografía digital” y anuncia: “Hace ocho años que no utilizo película” al referirse a la fotografía análoga y su pase a lo digital ocurrió “pisando los 50 años de edad y para mí fue todo un desafío” que supo encarar y que le apasiona.
Recuerda que las nuevas tecnologías lo han alejado del cuarto oscuro de revelado. “Había que practicar infinidad de formas químicas y lumínicas para poder lograr, tal o cual resultado y hoy el laboratorio es quizás más cómodo pero también mucho más difícil” dice al mencionar al Photoshop.
Defiende su trabajo con el software de Adobe Systems al entender que “el Photoshop, a uno lo invita a practicar un arte, que antes no se practicaba en la fotografía. El poder manejar correctamente el Photoshop es algo, verdaderamente, apasionante y convierte a la fotografía, en una obra de arte” sentencia.
Los nuevos exponentes del rubro
Lo consultamos sobre su opinión respecto de los fotógrafos nóveles o aquellos que se inician en la fotografía digital. “A mí no me interesa la competencia. Siempre me gustó compartir con los demás que yo sé. Lo poco o mucho, compartirlo y enseñarlo” y dice que no prefiere la docencia, “no soy un buen docente” reconoce y recuerda las veces que ha rechazado la función. “No estoy en condiciones por no ser un buen docente, pero si me gusta conversar y enseñar fotografía, frente a frente”
Una foto soñada
“El año pasado, durante un día de frio muy intenso, había una diafanidad absoluta, una noche de luna llena” recuerda cuando viaja a la zona alta de la ciudad, “en la zona del Glaciar (Martial) y se veían las montañas iluminadas por la luna, estaban nevadas y el bosque no se veía porque estaba muy oscuro. Había mucho contraste entre lo que era la luz de la montaña y la oscuridad del bosque” relata. “Y bueno, tomé una foto con 30 segundos de exposición (aclara que no había brisa y la tomó con trípode) y cuando vi el resultado de esa foto me emocioné mucho” dice.
La fotografía “era prácticamente de día (a pesar de la noche) y aparte se veían las estrellas que yo, a simple vista, no las veía” se acuerda. “Inclusive, se ve un cielo azulado y cuando uno ve la foto (está expuesta en el comercio Foto Eduardo’s de Ushuaia) por ahí pasa desapercibida, no le da bolilla” y reconoce que “se ignora cómo fue tomada” En la oscuridad de la noche y con un paisaje nocturno y nevado. “Ese tipo de experiencias, son emocionantes y a uno lo llenan de placer”
Futuro: Exposición
Próximamente el fotógrafo planea realizar una muestra. Será en el mes de octubre próximo y “será en la Galería de Arte del Museo Marítimo (de Ushuaia)” y aclara que sus fotos “están explicadas. Y ahora lo voy a hacer con más datos todavía, porque quiero que la gente comprenda. La fotografía, por si sola, habla. Pero por ahí, el que la ve no ve lo mismo que vio el fotógrafo” reflexionó.
Fotografía: Investigar los por qué de nuestro ambiente
En Internet encontró una gran base de datos, para ayudar a explicar sus fotografías. “Hoy en Internet se puede acceder a información muy amplia, vastísima con lo cual uno puede investigar” dijo y relacionarlo con lo que se fotografía.
Al respecto, recuerda las primeras fotografías que tomó del glaciar Martial cuando recién llegó y “hoy tomo la misma fotografía y me doy cuenta que el glaciar es una tercera parte de cuando yo llegue” dice y acota que investigar los motivos, “qué pasó con el glaciar” entiende que la tala del bosque y la instalación de fuentes calóricas cercanas, “rompieron el microclima que teníamos” y ello provoca que la planta potabilizadora de agua no reciba el caudal de años atrás.
Pocai por Pocai
Nació en Ensenada, provincia de Buenos Aires, el 21 de febrero de 1953. Cursó sus estudios en La Plata. Allí comenzó su pasión por la fotografía, donde hizo sus primeros pasos a nivel profesional. En 1976 se trasladó a la hermosa ciudad de Ushuaia, donde actualmente reside. Allí comienza su actividad comercial en el ramo fotográfico en el año 1980.
Textos: R. Andrés Toledo – FotoEduardos.com
Fotos: EduardoPocai.com
A los aficionados, profesionales y quienes sienten la fotografía feliz día.