Foto EDFM |
Una nota aparecida hoy en el Diario del Fin del Mundo, da cuenta del trabajo científico que desarrolla el geólogo Lucas Oliva, quien “buscar determinar aspectos que tienen que ver con unos rasgos morfológicos conocidos como circos glaciarios”. Dirigido por el director del CADIC, Dr. Rabassa y con la ayuda de una beca del CONICET, Oliva quiere conocer “la acción del calentamiento global, que marca la finalización de la última era glacial”.
(Fuente:
El Diario del Fin del Mundo).- Se está
llevando adelante desde el CADIC una investigación en torno al paisaje glaciario de Tierra del Fuego, que
pertenece a la tesis doctoral del geólogo
Lucas Oliva. La misma busca determinar aspectos que tienen que ver con unos rasgos morfológicos
conocidos como “circos glaciarios”, y poder definir con precisión el momento de
retroceso y desaparición los cuerpos de
hielo.
Lucas
Oliva -geólogo de profesión y amante de la montaña-; se encuentra realizando su
tesis doctoral, bajo la dirección del Dr. Jorge Rabassa, director del CADIC.
Recibido en la Universidad
Nacional de Córdoba, busca un paso académico más con la ayuda
de una beca del CONICET, y ha elegido a Tierra del Fuego como su zona de
estudio.
El
sentido de su investigación, es ayudar a determinar con precisión la acción del
calentamiento global, que marca la finalización de la última era glacial. Para
ello delimitó, valiéndose de imágenes satelitales, un gran número de zonas de
interés en los Andes fueguinos. A partir de esto, desde hace un tiempo se
encuentra recorriéndolos personalmente, con el objeto de tomar fotografías,
hacer descripciones geomorfológicas y relevar datos de interés.
Foto archivo MomentosTDF |
Estas
zonas que se conocen como “circos glaciarios”, son cavidades que representan
las áreas de acumulación primaria de nieve, y suponen el paso previo a la
transformación de la misma en hielo, para luego volcarse pendiente abajo por
los valles como verdaderos ríos de hielo. Hoy, existen pequeños casquetes o
porciones de este hielo en retirada -como es el caso del conocido glaciar Le
Martial-; y en la mayoría, sólo vestigios en forma de sedimentos llamados
morrenas (entre otros) o pequeñas lagunas glaciarias. Su trabajo además tiene
como próximo objetivo el de intentar, con la colaboración de colegas
extranjeros, averiguar la edad de éstos sedimentos, para poder realizar con
precisión un modelo que explique qué ocurrió con los glaciares de Tierra del
Fuego, cómo se comportaron y respondieron a ésta última época geológica, donde
se sabe que aumentó la temperatura media del planeta.
“La
cuestión de estudiar circos glaciarios tiene su interés particular; los circos
son depresiones formadas en la parte alta de la montaña, y conforman el espacio
donde se empieza a depositar nieve para luego -por acumulación- convertirse en
hielo, y posteriormente pasar a constituir un glaciar propiamente dicho. Éste
puede o no canalizarse por un valle. Es interesante estudiarlos porque los
glaciares de circo, y el cuerpo de hielo que alguna vez ocupó ese espacio, al
tener un volumen de hielo relativamente pequeño comparado con grandes
glaciares, son muy sensibles a los cambios de temperatura y modificaciones en
el ambiente. Entonces, si hay por ejemplo un aumento en la temperatura global,
lo va a registrar con mayor fidelidad y en un menor plazo que los grandes
glaciares de valle. Estudiar la forma que dejan estos glaciares en el paisaje,
que son estos circos, te permite reconstruir como fueron las condiciones en el
pasado”, manifestó en diálogo con EDFM.
Respecto
a su objetivo, aseguró: “lo que busco básicamente es determinar en qué momento
los últimos glaciares de circo en la cordillera fueguina, se empezaron a
retirar”, y en cuanto al porqué de su elección de elaborar su investigación en
nuestra provincia, comentó que: “para empezar, Tierra del Fuego es un lugar
interesante en sí, porque representa la última porción de cordillera dentro del
continente, antes de llegar a la
Antártida , y son las manifestaciones más australes que se
encuentran de los Andes que tienen vestigios glaciarios. Es importante porque
hay poco estudiado en la zona, y es un punto estratégico en cuanto a estudiar
condiciones paleo ambientales entre el continente y la Antártida ; es como un
eslabón que representa cierta importancia”.
Foto archivo MomentosTDF |
En
relación a la articulación de su trabajo con otras investigaciones, sostuvo: “una
de las cosas que me interesan a mí, es ver qué morfología han tomado estos
circos durante su formación. Suelen tener forma subcircular, como de un
anfiteatro, pero hay factores que hacen que se generen formas más irregulares;
esto se puede atribuir al tipo de roca sobre el cual se han formando y las
estructuras tectónicas que posiblemente estén afectando a esas rocas. Entonces,
por ejemplo, en el CADIC hay un geólogo que se dedica al estudio de rocas, y en
éste aspecto puede aportar en cuestiones de petrología. También, hay quien se
dedica a la parte de estructuras y tectónica. Una de las consultas que tendría
que hacerle al petrólogo es ver en que muestras puedo encontrar unos elementos
de interés que estamos buscando, para poder hacer dataciones. En los cuerpos
morrénicos (que son depósitos sedimentarios que deja el glaciar a su pié y
cuando se retira) pueden extraerse estas muestras y se puede averiguar la edad
mediante métodos de laboratorio, que buscan determinar en qué momento se supone
que un bloque de roca quedó expuesto a la superficie, por la alteración de
estos elementos que buscamos; alteración que sufren a raíz de quedar expuestos
a un tipo de radiación existente, que afecta a todo lo expuesto a la
superficie. Entonces, la lectura que arrojarían estos análisis dan cuenta del
momento en que estos bloques quedaron expuestos, y esto supone el momento en
que el glaciar se retiró de ese sitio”.
Para
finalizar, precisó: “Todo esto sirve para ir avanzando en el conocimiento en
diversos aspectos, como por ejemplo, mientras uno más estudia en detalle cómo
se comportaron los glaciares frente a distintas condiciones ambientales, con
mayor precisión se podrá predecir de qué manera responderán estos, frente a
cambios climáticos posibles en el futuro”.