El capitán de corbeta Pedro Fernández, comandante del buque oceanográfico Puerto Deseado, de la Armada Argentina, detalló esta mañana las actividades que desarrolló la embarcación, en los últimos 50 días de la Campaña Antártica de Verano junto a científicos del CONICET. En la conferencia de prensa, se conocieron referencias de las tareas científicas que realizan los investigadores en biología en aguas argentinas con el apoyo de los militares.
De la conferencia, a bordo de la embarcación, también participaron el jefe de Estado Mayor a cargo del Comando del Área Naval Austral, capitán de navío Edmundo Vives; el capitán de corbeta, Pedro Fernández, comandante del buque oceanográfico; el director del CADIC, Dr. Jorge Rabassa; la secretaria de Relaciones Exteriores, Rocío Giordano y la becaria del CONICET, María Gowland.
Pedro Fernández señaló que el Puerto Deseado “es un buque de construcción argentina” y resaltó que es la única “plataforma” de esta naturaleza con que cuenta nuestro país. El 25 de enero pasado, zarpó del puerto de Mar del Plata (Pcia. de Buenos Aires) “con rumbo a la Antártida” y operó durante 45 días hasta recalar en nuestro puerto provincial.

Se trata de la 12° campaña de la embarcación, la primera data de 1996, “fue exclusivamente para el CONICET, para hacer trabajos de investigación científica”, relató Fernández. Aquella primera experiencia abordó el muestreo atmosférico del litoral patagónico hasta la península antártica, toma de muestras de agua, salinidad, temperatura superficial y otros muestreos.
El comandante del Puerto Deseado, también contó que en la península antártica, contó que se realizaron tomas de muestras a través de redes, “para verificar la diversidad de peces, crustáceos y estrellas de mar. Especies que son arrastradas del suelo con la red y poder ver si se encuentran nuevas especies” resumió.

También se trabajó en la delimitación del límite exterior de la plataforma continental argentina, “en batimetría, líneas sísmicas, extracciones de suelos y rastras para especies y muestreo de sedimentación”. Lo que se persigue es una presentación ante las Naciones Unidas para que nuestra plataforma continental se extienda de 200 a 350 millas.
Respecto de la dotación de personal del buque, Fernández dijo que se trata de “una dotación normal de 80 militares, lleva una dotación adicional de 15 y normalmente, personal científico, es de 30 personas”. Aclaró además que la embarcación puede trasladar a una tripulación de 130 personas.

Desde el Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC), su director el Dr. Jorge Rabassa, destacó “esta extraordinaria que tiene de poder contar con una plataforma de investigación de esta calidad” dijo, y contó que no hay “muchos institutos de investigación” que cuenten con esta oportunidad.
“La plena actividad del Puerto Deseado en las aguas circundantes a esta Provincia o las aguas antárticas, significa un salto cualitativo que está haciendo muy bien aprovechado por los investigadores y becarios del CONICET”, sentenció. Asimismo, agregó que toda esta actividad científica redundará “en un corto plazo en un número importante de publicaciones”.
Contó que nuestro país, tiene una plataforma submarina que excede el millón de kilómetros cuadrados, comparable a la superficie de España y Francia, “las aguas oceánicas, sobre las cuales nuestro país reivindica su soberanía y aprovechamiento de sus recursos naturales”.

Respecto de la relación que une a ambas instituciones, Rabassa detalló que los unen más de 30 años de gestión común. “El buque fue, esencialmente, construido para desarrollar actividades al CONICET. Data de la década del 70”, reveló. Aunque diversos contratiempos, hicieron que los resultados, solo se palpen “en esta última década”. En este apartado, aseveró que los resultados “han sido de enorme importancia”.
