El Museo del Fin del Mundo posee en su patrimonio una de las mayores colecciones de libros de los navegantes y viajeros que en los últimos 500 años recorrieron los mares del sur, la denominada “Colección Reservada”, integrada por las primeras ediciones y antiguas impresiones de los diarios de viajes de aquellos exploradores y científicos. El selecto grupo de volúmenes reúne en sus páginas aventuras y desventuras de los expedicionarios que recorrieron esta región austral.
Algunas célebres figuras como Darwin, Bougainville y Popper, y otros protagonistas ignotos como De Weert, Nodal, Shelvocke y Frezier, escribieron estas admirables crónicas. Misioneros, artillero y carpintero de una de las expediciones, médicos, naturalistas, marinos, el hidrógrafo de su majestad, un ingeniero rumano y hasta un abad benedictino narraron, bocetaron y delinearon itinerarios recorridos, flora, fauna, paisajes y mapas contenidos en estas publicaciones.
Delicados grabados y exquisitas ilustraciones sintetizan la visión asombrada del explorador. Plasmados sobre papel de confección artesanal y fibra de trapo, en el que se trasluce una gran variedad de filigranas es posible admirar grabados originales sobre madera, cobre, acero y piedra. Los mapas minuciosamente elaborados reflejan los conocimientos cartográficos y geográficos de cada siglo.
El primer intento de ocupación del Estrecho de Magallanes, el descubrimiento del estrecho de Le Maire, la Isla de los Estados y el Cabo de Hornos, hicieron base para los estudios de meteorología, magnetismo terrestre, geología, botánica, zoología, antropología y etnografía, que se concretaron más adelante a bordo del Discovery y la Romanche.
Prestigiosos organismos de la talla de la Sociedad Real de Londres y la Casa de Contratación de Sevilla motivaron algunas de estas empresas y custodiaron por siglos los manuscritos de sus relatos hasta que vieron la luz en estas publicaciones que fueron editadas entre 1602 y 1904.
Atesorada durante un período por un coleccionista, fue ofrecida en venta a las autoridades del Museo del Fin del Mundo hace tres décadas. Mediante una suscripción pública, en 1982, se reunieron los fondos para concretar la compra y así estos preciados volúmenes se incorporaron al patrimonio del MFM y de la Provincia de Tierra del Fuego.
Desde el 2003, gracias a un acuerdo con la Editorial EUDEBA, algunas de estas obras han sido traducidas y editadas (con un estudio preliminar para contextualizarlas), poniendo a disposición del público lector un material extraordinario, que de otra manera sería inaccesible.
Asimismo, se han utilizado mapas y grabados de los libros de la Colección Reservada, para realizar distintas muestras y organizar la Sala de Cartografía en la Antigua Casa de Gobierno, Extensión del Museo del Fin del Mundo, dando así a conocer parte del valioso material que atesoran dichas publicaciones.
Fuente: Museo del Fin del Mundo (MFM)