(por Máximo Lobo *).- Desde
que comenzaron a arder los bosques del paso Beban y bahía Torito en la costa
sur del Lago Fagnano, hay muchos que estamos afligidos y muy preocupados.
Algunos, como el conocido explorador y caminante Osvaldo “Boina” Bianchi, hace
varios días que no duermen. Él atravesó el paso Beban y los pasos aledaños que
unen el valle Carbajal con el lago Fagnano decenas de veces. Conoce
detalladamente la geografía y fundió en sus retinas el paisaje a tal punto que
puede describir la zona desde su casa como si estuviera allí, caminándola. Las
cascadas y lagunas, los arroyos que las unen y que van formando, como si fueran
las cuentas de un rosario, un sistema hidrológico de una belleza inigualable.
Bianchi conoce estos paisajes y por eso hoy no puede descansar, porque sabe lo
que el fuego nos esta quitando. Y, ¿que hay de todos los que no lo
conocieron? ¿De los que estaban pensando en “hacer el paso Beban” éste, o el
próximo verano”?
La
zona de Bahía Torito y alrededores, donde comenzó el incendio a partir de un
fogón mal apagado, era para los que la conocemos, una de las más hermosas de la
isla. Yo me atrevo a decir que del país y del mundo. La degradación provocada
por el incendio es tal, que será muy difícil que estos sitios se recuperen. Los
tiempos de restauración de la naturaleza fueguina están en el orden de los
siglos. El cambio climático además, y la tendencia a la desertificación que se
observa a lo largo de la cordillera patagónica, son un hecho y harán aún más
difícil la regeneración del bosque. El fuego no solo destruye todo lo vivo sino
que produce modificaciones en el suelo deteriorando su fertilidad.
Durante
el verano del año 2008 el fuego arrasó 4.800 hectáreas de bosque al este del
pueblo de Tolhuin. Hoy van 2.600 y aún el incendio no ha podido ser controlado.
Valiéndose
de la información traída desde la zona por Osvaldo Bianchi y Carlos Signoni
quienes estuvieron participando del combate, se realizó una serie de mapas e
ilustraciones que ubican la zona del incendio, su extensión y los potenciales
riesgos de que el fuego se propague hacia el oeste. Como se observa en los
mapas adjuntos, al oeste del incendio hay extensiones de bosques vírgenes de
miles de hectáreas de superficie. Otro aspecto sumamente preocupante es que si
el fuego se adentra por el paso de los Renos, seguramente será imparable. Este
es un paso más bajo y esta cubierto por bosque de un extremo a otro. Conecta el
lago Fagnano con el Valle Carbajal. A su vez el Carbajal está unido a los
centros invernales y por el río Olivia a la ciudad de Ushuaia.
Algo
tiene que comenzar a cambiar en la forma en que nos relacionamos con los
bosques fueguinos. A este ritmo, antes que termine el siglo nos vamos a quedar
sin Parque Nacional, sin turismo, sin madera, sin leña, sin agua, sin futuro.
La
indiferencia que se observa por estos días respecto a lo que esta ocurriendo en
las márgenes del Fagnano es tristísima. Mientras el fuego arrasa miles de
hectáreas de bosques nativos, ocurren por lo menos 6 focos más en otros
sectores de la isla.
Hay
que difundir lo que esta pasando.
Ojalá
que en Tierra del Fuego no se cumpla nuevamente el viejo proverbio que dice: “El
hombre sigue al bosque, y el desierto sigue al hombre”
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* Máximo Lobo es licenciado en Gestión Ambiental y Cartógrafo. Vive hace 30 años en Tierra del Fuego y su principal actividad no laboral, es la excursión y el montañismo.