Una línea de aves de porcelana y los gaviotines |
El Saint Christopher mira Ushuaia desde la bahía
hace muchos años. En 1957 quedó recostado sobre el fondo de la costa y es en ese instante, cuando
nace el romance entre ambos.
Con el correr de los años, su silueta pasó a formar parte de las postales más famosas y que más lejos han llegado; por todo el
mundo. Su relación se amplió ocasionalmente con la fauna marina
(lobos, huillines y demás) y se profundizó definitivamente, con las aves del Beagle.
Su silueta pasó a formar parte de las postales más famosas y que más lejos han llegado |
Entonces, el titular de PNA, Prefecto Sergio
Gaetani, dijo que “la finalidad fue tratar de recuperar y restaurar al buque”.
Fue en el marco de la Eco Costa y los 200 años de la repartición nacional.
Recientemente la Municipalidad de Ushuaia
lanzó el Mes del Arte Fueguino (MAF), una serie de artistas participaron
del evento realizando una “instalación” en la estructura del barco y en
inmediaciones a él. Dicha acción, además de la graciosa ocurrencia, tuvo otras
consecuencias.
Marcelo Carlos de Cruz, conocido trabajador
del turismo fueguino y avistador de aves aclaró que “la baranda del San
Christofer es muy importante para las aves que nidifican en el Canal Beagle y
nos visitan todos los años, como el Gaviotín Sudamericano” y reconoció que “las
aves están como perdidas porque no tiene su lugar ganado después de varios
años utilizándolo, no pueden usarlo” sostiene.
“Me parece muy bien que se expresen con el
arte y que el arte es cultura, pero en mi comunidad, espero que tenga un arte
que pueda respetar a nuestra avifauna maltratada día a día” dice el licenciado
De Cruz.
Para cerrar, se contactó con las artistas y
agregó: “pido muy encarecidamente que cuando termine este festival, tome
conciencia y retire su obra del lugar, es muy triste cambiar un lugar donde
había vida ahora vea esa vida perturbada con una obra que habla del impacto
humano, vaya contradicción”.
Afortunadamente, las dueñas de la obra no
esperaron para dar su versión y sentar postura. Así, las autoras informaron que
la obra será desmantelada cuanto antes, mediando autorización de la Prefectura.
Justificaron su acción al desconocer “que la baranda del
barco era el lugar en que los gaviotines se alimentan” dijeron.
Finalmente es bueno
saber que dos pasiones se trenzaron por un momento. El amor por las aves y su hábitat
modificado y adoptado y el arte en el marco de una convocatoria multitudinaria.
Sin embargo, tranquiliza saber que en este caso, “no es conciencia lo que faltó sino información”.